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BREVE RESUMEN DE LA HISTORIA DEL CAMPAMENTO
(1971-2017)

CAPÍTULO I: LOS INICIOS (1971-1989)

El hacer apostolado con los niños y jóvenes, acercar más sus almas a Cristo fue el objetivo primero y principal que impulsó a don Gratiniano Checa, Consiliario de la Juventud de Acción Católica de Cuenca, a lanzarse a promover en 1972 el primer campamento.

El año anterior, la JACC había realizado una marcha de tres días por la Serranía de Cuenca. La experiencia de este “campamento volante” resultó muy bien y tuvo gran aceptación entre los jóvenes por lo que se decidió tener un campamento. Pero no era una empresa fácil. En esas fechas en la provincia de Cuenca realizaban campamentos la OJE (Organización Juvenil Española) y los Scouts. No nos consta que la organización de los campamentos como medio de apostolado, en la Diócesis conquense, se hubiera empleado antes, por lo que sin duda hay que considerar como pionera la iniciativa de los Jóvenes de Acción Católica, lo que añadía una dificultad más en la organización de los mismos.

A partir de 1973, el Campamento Pío XI se localizó en Cañamares (Cuenca) y tuvo el honor de ser visitado por el Sr. Obispo, Monseñor Guerra Campos, recién llegado a la Diócesis. Desde esa fecha, y hasta su marcha, el Sr. Obispo siempre alentó las obras apostólicas promovidas por los Jóvenes de Acción Católica y de forma singular los campamentos, que visitó en bastantes ocasiones. Aquí se desarrollarían los turnos durante 10 años, en los cuales el número de acampados no dejó de crecer.

Hay que decir que hasta el verano de 1976 los campamentos fueron mixtos. A partir de este año, por considerarlo más conveniente para cumplir el fin apostólico al que tendían, así como para la formación cristiana y humana de niños y jóvenes, se separaron los sexos y comenzó la andadura de un turno independiente y exclusivo para chicos y otro para las chicas, además del albergue femenino (Priego, Cuenca), con semejantes actividades y, por supuesto, la misma finalidad apostólica. Esta decisión, criticada por muchas personas, ha resultado enormemente beneficiosa para la marcha del campamento y para los educandos y educadores en particular. 

Además, numerosos sacerdotes se habían ocupado de la asistencia espiritual de los campamentos, mientras que don Grati hacía lo propio con el albergue y con los campamentos de chicas de agosto. Pero desde 1987 han sido asistidos espiritualmente por sacerdotes antiguos miembros de la Juventud de Acción Católica, que habían conocido y vivido los campamentos, lo que facilita mucho la compenetración con los mandos y un mayor rendimiento. Ello no quita para que en algunas ocasiones otros sacerdotes hayan asistido también como capellanes o hayan colaborado de diversos modos.

CAPÍTULO II: EN EL MANANTIAL (1989-2011)

Desde 1984 hasta 1988, el campamento Pío XI de la Juventud de Acción Católica se instaló en Uña (Cuenca), en el paraje de la Fuente del Arenazo. Pero don Grati, en su infatigable tarea por mejorarlos, adquirió unos terrenos en Poyatos (Cuenca) y junto con su familia y algunos jóvenes los acondicionaron para su uso en actividades apostólicas. Los primeros turnos en “El Manantial” se celebraron en julio de 1989 y supusieron todo un acontecimiento para los jóvenes de AC, los acampados y sus familias, que abarrotaban el campamento durante los fines de semana y días de fiesta.

En los siguientes años del campamento, hasta 1996, hubo tantas peticiones para reservar plaza en que nos vimos obligados a cambiar el sistema de inscripción. Se consideró fundamental no superar el número de 200 acampados por turno los chicos y 125 acampadas las chicas (sin contar monitores ni demás personal de servicio), aun cuando las instalaciones del campamento permitieran algunos más, con el fin de atender lo adecuadamente a los niños. Como mero ejemplo. Todo ello movió a la Comisión Diocesana a aumentar el número de tandas de campamento y desde 1990 hasta 2014 se tuvieron dos turnos de chicos y otros dos de chicas.

Otro aspecto digno de destacar ha sido la “nacionalización” e “internacionalización” de estos turnos, ya que europeos, americanos, africanos y asiáticos han convivido en fraternidad cristiana y sana amistad con sus compañeros españoles. Además, el campamento de la JAC en El Manantial desarrolló otra actividad muy interesante: la de integración de niños con síndrome de Down en sus tandas. Los resultados fueron, una vez más, altamente satisfactorios.

 

CAPÍTULO III: CREACIÓN DE CATÓLICOS EN ACCIÓN Y NUEVO CAMPAMENTO (2012-2014)

En el año 2012, con la desaparición del movimiento de apostolado de la Juventud de Acción Católica de Cuenca, nace dependiente del Instituto Secular “Servi Trinitatis”, el movimiento Católicos en Acción, y desde el verano del 2012 el campamento es organizado por el Sector de Jóvenes de Católicos en Acción de Cuenca, asistido por otros grupos que trabajaban unidos para llevar a cabo tan inmensa labor apostólica.

 

Y es que Católicos en Acción está también presente en otros lugares de España como Madrid o Alcalá de Henares. Por eso, en el año 2014 debido a que la mayoría de los niños que asisten al Campamento proceden de Madrid, y en El Manantial no hay espacio ni recursos suficientes para atender tanta demanda, los Jóvenes de Católicos en Acción de esta diócesis promueven otro Campamento, con la misma filosofía y principios que hasta la fecha han seguido los Jóvenes de Acción Católica, pero en diferente lugar: el Campamento San Javier. Al recibir peticiones de ayuda apostólica desde Cantabria, la ubicación del nuevo Campamento se fija en Cillamayor (Palencia) por ser este un lugar intermedio.

 

CAPÍTULO IV: CREACIÓN DE “MISIÓN TRINITARIA SEGLAR” (2015-2017)

Dando un paso más, a finales del año 2015 y comienzos del 2016, conservando la orientación apostólica que durante muchos años hemos recibido en la JACG de Cuenca mientras D Grati fue el consiliario, surge, asociado a la Asociación pública de fieles “Misioneros de la Santísima Trinidad”, el movimiento “Misión Trinitaria Seglar” con el carisma que en su día tuvo la Juventud de Acción Católica de Cuenca.

Este nuevo movimiento integraría entre sus actividades el Campamento San Javier.

Esperamos que esta nueva iniciativa resulte eficaz para seguir con nuestra labor de “llevar almas de joven a Cristo”, ampliando cada vez más nuestros horizontes para llegar al mayor número de niños y jóvenes posibles.

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